Colonia Yucatán

Biografías Madereras. Gerardo Cetina y  el  traslado de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, para  la fachada de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en Colonia Yucatán. (Parte 2 de 3)

Continuando con los trabajos que desempeñó, don Gerardo nos dice:

“Al día siguiente a las dos de la mañana ya estábamos cargando de nuevo los camiones con grandes rolos de madera. Este trabajo en los tumbos, como señalaba antes, era muy duro, antes de que hubieran grúas habían tractores, pero el alzamiento de los rolos se hacía con la ayuda de grandes árboles que se dejaban en pie con este fin. En muchas ocasiones en tanto los camiones se cargaban, se buscaban los rolos, el chofer se iba a descansar un rato y como a mí me gustaba el trabajo, juntaba mi carga que eran de 10 toneladas de pura  madera de caoba y cedro, que era lo que reinaba, y debido a que ya ganábamos hasta 15 pesos por viaje, de dos de la tarde a ocho de la noche hacíamos hasta dos viajes con mi compañero Enrique Lans, y cuando éste se cansaba,  yo jalaba la madera en los tumbos, cargaba el camión y lo ayudaba a manejar; llegábamos a la Sierra o a la Colonia a botar la madera y así de nuevo durante dos años. Aprendí a manejar, sin saber que este oficio me daría muchas satisfacciones por el resto de mi vida, y me ayudaría a llevar una vida cómoda con mi familia.”

“Con el tiempo empezamos a llevar madera aserrada a Tizimín para su traslado a Mérida y al regreso, aprovechando los viajes, regresábamos cargados de mercancías para surtir la tienda de don Francisco Orozco, papá de don Arturo Orozco, quien administró, por concesión y durante muchos años la única tienda de abarrotes. Posteriormente tuve que realizar un viaje a mi pueblo natal, y cuando regresé el administrador don Panchito, no me quería dar trabajo porque ya me habían liquidado años antes; pero como tenía licencia de chofer empecé a sustituir a Pedro Albornoz, quien era el chofer de la empresa y realizaba los viajes a la ciudad de Mérida.”

“Así empecé a viajar a la ciudad de Mérida y un buen día me dicen: Gerardo fíjate que Enrique Geyne, Rubén Hurtado y el Dr. Daniel Ríos, tienen una camioneta y la concesión por parte de las madereras para realizar viajes a Mérida, pero no tienen chofer; y es así como me contratan para ser chofer de ese vehículo que tenían bajo un sistema de cooperativa. “

“Trabajando todos los días, al cabo de dos años, cambiamos la camioneta por una de marca Mercury, casi de lujo. Estuve con ellos tres años. Luego estuve trabajando con un camión de ocho toneladas transportando copra y ganado de El Cuyo a Mérida, realizando viajes cada 15 días. “

“Durante un viaje que hice a Mérida con el camión, fui avisado por Don Antonio Daguer, dueño del camión, que tenía que pasar a buscar un Cristo a la marmolería Calderón, que se encontraba por el rumbo del cementerio en la ciudad de Mérida, donde hacían diversos tipos de trabajos con imágenes religiosas; aprovechando el viaje de retorno, y a que no regresaría muy cargado, le habían solicitado este flete al dueño del camión, por algún directivo de las madereras, pero creo que también fue una aportación del Sr. Dager para concluir la construcción de la Iglesia. “

“Me dirigí hacia el lugar indicado para darme cuenta que el flete consistía en transportar un enorme Cristo de color blanco, de más de dos metros de altura y con los brazos abiertos. Después de subirlo y empacarlo con papeles y trapos para que no se rompiera -no recuerdo de que material estaba hecho-, al fin con mi preciosa carga partí de la ciudad de Mérida, con  mucha dificultad y cuidando las partes malas del camino, logrando llegar  a  Colonia Yucatán aproximadamente a las tres de la tarde.”

“Apenas llegué, me dirigí a la Iglesia, casi de inmediato llegó el Ing. Felipe Rodríguez quien da la orden de descargar y con dificultades propias del cuidado que debíamos tener, se bajó el Cristo del camión; me firman de recibido y continúo mi viaje al puerto de El Cuyo. Esa imagen es la del Sagrado Corazón de Jesús, que adorna hasta hoy la  fachada principal de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en la Colonia Yucatán.”

Tomado del libro: Colonia Yucatán , decadencia y migración ( La historia de sus hombres y mujeres exitosos)

José Antonio Ruiz Silva.

Asociación de Cronistas e Historiadores de Yucatán.

Abril 10 , 2024.